sábado, 25 de julio de 2009

GENTE



Os gusta viajar? A mi me encanta. Pero además de las sorpresas que depara la aventura, para mi una de las cosas mas excitantes es el imaginar esa aventura antes de que ocurra. Cuando viajo a un país nuevo busco todo lo que está en mi mano para conocerlo, sus costumbres (que siempre hay que respetar), sus monumentos, gastronomía y demás. Después me recreo imaginando cómo serán los paisajes, los olores, los sabores y sobre todo la gente, toda la gente que pueda conocer, eso es lo que realmente importa de un viaje, la gente, las personas y su mundo particular y cómo con tanta diversidad compartimos el mismo viejo mundo.

JUEGO DE PALABRAS

Quiero ofrecerte mi mano y abrazarte, desearte y tocarte. Sentirte por dentro y por fuera, gozarte y quererte. También quiero añorarte y encontrarte cada día. Me gustaría poder consolarte, alegrarte y divertirte, escucharte, comprenderte, observarte y hasta aconsejarte. Calentarte, comerte y saborearte. Pero sobre todo mirarte, sonreirte y perderme en tí; pués de todas las palabras que acaban en -rte, la única que no me gusta es perderte y eso no lo quiero ni para tí ni para mí.

extracto del libro "Esperanzas por las Nubes" autor Marzo.

martes, 21 de julio de 2009

SOBREVIVIR

¿Eres de los que se ahogan en un vaso de agua, o de los que ahogan a cualquiera con tal de salir a flote? Yo soy de los que parece que se ahoguen a veces y cuando parece que tocas fondo coges impulso con las piernas y sales disparado del agua. ¿Y tu, te ahogas, nadas o te haces el muerto hasta que pasa la marea?

LAS PUERTAS


Las puertas abren y cierran el paso a la vida y a la muerte, pero mientras tanto; hay algunas que abren alcobas y cierran amores, que abren las bocas y entreabren siempre las grandes pasiones. Lo curioso de las puertas es que guardan los secretos que hay detras de ellas, a no ser, claro está, que colgado rece el cartel de su contenido, en eos casos ya sabes a que y para que entras. Pero a mi personalmente me gusta coger con la tíbia mano la fría manivela y bajarla lentamente, abrir poco a poco y en silencio asomando la mirada a lo nuevo, procurando no perturbar el ambiente, casi de puntillas, hasta que mi cuerpo entero esté dentro, entonces ya formo parte de todo lo que habita en la estancia. Miro, toco, saboreo..., hasta que descubro la siguiente puerta y me acerco dispuesta a descubrir su misterio.

Marzo.